Djoko por primera vez ha estado malito, y tras un par de días de preocupación por sufrir descomposición y una inusual falta de apetito, hoy os ponemos al día del fascinante mundo de los parásitos intestinales en las mascotas.
Muchos cachorros tienen la mala costumbre de ingerir las heces de otros perros o gatos en cuanto te descuidas, y Djoko es uno de ellos. Este mal -y asqueroso- hábito canino supone un foco de contagio de parásitos intestinales, pues los huevos de los gusanos están en las heces, y con el contacto con las mismas, se produce el contagio.
El veterinario nos recordó la importancia de desparasitar correctamente a nuestras mascotas (y correctamente significa hacerlo cada 3 meses) para prevenir estos problemas. A pesar de que Djoko había seguido una correcta desparasitación, sus malos hábitos cuando sale de paseo (ojo cuando sueltas a tu mascotas en pipicanes y espacios abiertos) le han causado problemas de descomposición por alojar gusanos intestinales.
Los primeros síntomas pueden ser fuertes picores, flatulencia e incluso pérdida de peso (los gusanos se alimentan de los nutrientes que ingiere tu perro). Si los parásitos llevan un tiempo siendo huéspedes de tu mascota, probablemente el abdomen se haya hinchado, dando la sensación de un aumento de peso y expulse gusanos adultos a través de las heces. Por supuesto, en caso de encontrar sangre en las heces ¡acude urgentemente a su veterinario!. Desatender un contagio por parásitos intestinales puede tener consecuencias fatales para tu mascota. (Puedes identificar los distintos tipos de gusanos consultando AQUÍ)
Por suerte, si se detecta a tiempo el problema puede solventarse con un tratamiento antiparasitario de choque (MILBEMAX, por ejemplo) en formato de comprimido oral. O si lo preferís, podéis hacer caso de los siempre sabios consejos de los experimentados criadores, y como me recomendó Patricia (la criadora de Djoko), optar por un comprimido mucho más económico llamado TRILOMBRIN, especialmente indicado para niños y de venta en farmacia sin receta médica.
Recomendaciones para minimizar las posibilidades de contagio cuando tu perro sufre parásitos intestinales: Aunque este tipo de parásitos suelen contagiarse entre mascotas, los humanos no estamos exentos de riesgo. Por eso, más vale prevenir y establecer una rutina con buenos hábitos de higiene entre tu y tu mascota mientras el problema esté latente. Por eso debemos prestar una especial atención al problema y…
- Cuidar la higiene al recoger las heces de tu mascota: recuerda que las larvas se hayan en los excrementos, y cualquier contacto con estos puede propiciar que aniden en tu epidermis.
- Lavarse bien las manos después de tocar a tu mascota. Las larvas se expulsan por el ano pero al rascarse puede haberlas transportado a otras partes de su cuerpo.
- Evitar el contacto directo con su morrito, ya sea mediante aliento, lametones o besitos.
- Hasta que no estés completamente seguro de que se ha desparasitado, limita su acceso a determinadas áreas de la casa.
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