KUKUR TIHAR, AMOR PERRUNO

El otoño probablemente sea la estación favorita de los perros. Por lo menos, seguro que lo es para los perros residentes en Nepal, pues allí se celebra anualmente la festividad del ” Tihar”: el “Festival de las luces”, cuyas fechas concretas de celebración varían cada año, pero para este 2015 la fecha de celebración es el 10 de Noviembre.

El Kukur Tihar se trata de una celebración hinduista que festeja, entre flores y manjares, la relación entre el ser humano y los canes. Así que como muestra de gratitud hacia ellos, el segundo día del Festival queda reservado para honrar a los perros por su lealtad ( y por la creencia de ser éstos los guardianes de las puertas del cielo).

Guirnaldas de flores y marcas rojas y amarillas (los colores sagrados, para señalar que son animales objeto de nuestra devoción) sirven para agasajar tanto a los perros domésticos como a los que no tienen un hogar. Bendecidos y bien alimentados, durante el Kukur Tihar todos los perros acaban el día como se merecen: recibiendo grandes dosis de amor.

¿No os parece una festividad preciosa digna de emular en occidente? A través de las redes sociales, poco a poco va ganando trascendencia entre los occidentales pero todavía es poco popular para la mayoría de nosotros. Acostumbrados a ver tantas muestras de maltrato animal en las sociedades del “primer mundo”, resulta maravilloso apreciar el amor incondicional que otras culturas profesan hacia los animales. Todo un ejemplo a seguir.

¡Feliz Kukur Tihar Amores!

En el Mahābhārata, el dios de la virtud, Yudhishthira, se niega a entrar en el cielo sin no puede ser junto a su fiel perro, incluso prefiriendo cederle su sitio antes que abandonarle, y logra así convencer al Dios Indra:

” …. Entonces Yudhisthira hizo seña al perro de que subiera a la carroza; pero Indra exclamó asombrado:
—Cómo! ¿Un perro? Ahuyenta a ese perro. Los perros no van al cielo. Gran Rey ¿qué pretendes? ¿Te has vuelto loco? ¡Tú, el más virtuoso de la humana raza, tú a quien se le ha concedido el excepcional privilegio de entrar en cuerpo y alma en el cielo!
Repuso Yudhisthira.
—Ha sido este perro mi compañero fiel a través del hielo y de la nieve. Cuando la reina y mis hermanos murieron, no me abandonó. ¿Cómo podré abandonarlo ahora?
Replicó Indra:
—No hay lugar en el cielo para hombres con perros. Lo has de abandonar. No cometerás con ello injusticia.
Añadió Yudhisthira:
—Pues no iré al cielo sin el perro. Nunca abandonaré a quien se refugió en mí, y conmigo estará mientras yo viva. Jamás me apartaré de la rectitud ni por las delicias del cielo ni por las incitaciones de un dios.
Respondió Indra:
—Pues entonces, con una condición entrará el perro en el cielo. Tú has sido el más virtuoso mortal, y él ha sido un perro devorador de carne de otros animales. El está lleno de pecados por haber destruido otras vidas. Renuncia tú al cielo y que entre el perro.
Dijo Yudhisthira:
—Aceptado. Que vaya el perro al cielo.
De pronto cambió la escena. Al oír las nobles palabras de Yudhisthira, el perro se transfiguró en el dios Yama, el Señor del Dharma, de la Justicia y de la Muerte, que se había ocultado bajo aquella apariencia, y le dijo a Yudhisthira:
—¡Oh! rey. Jamás hubo hombre tan abnegado como tú, que quisiste renunciar al cielo y anular tus virtudes en beneficio de un perro, y condenarte al infierno al cargar con sus pecados. Eres bien nacido, ¡oh! rey de reyes. Tienes compasión de toda criatura, ¡oh! brillante ejemplo de los Bharatas. Desde ahora tuyas son las regiones de imperecedera felicidad. Las ganaste. Tuyo es el cielo. …. ” (Mahabharata)

Fuente: http://textosagrados.blogspot.com.es/2012/05/el-mahabharata.html?spref=fb